martes, 21 de septiembre de 2010

no tienes un hueco en mi corazón es tuyo entero.

no lo soporto, aunque viendo que te fuiste y ahora me han dicho que en un mes ya estas quedando con otra a veces me despierto por las noches sola y pienso, que mas que durmiendo sueño muchas veces despierta porque ya no estás, por favor dime que no es cierto. Cuantos recuerdos y momentos que pasamos ayer, estoy buscando a ese príncipe que me quiso y se fue. Las últimas semanas en verdad estabas ausente y eso me preocupo, decías que no era nada solo problemas en casa, debí de ser lista y astuta ¿no? pero yo echaba en falta abrazos de esos que me dabas antes, y esos besos que nos dábamos y acabábamos de separarnos, jamás imagine un final así, vuelve a mis brazos me da miedo seguir esto, pensando que otra tía puede que te este besando, ven que yo te espero como ya te dije ayer , te di todo lo que pude, más que yo no te amaran porque cada día sin ti es un siglo de tortura igual no tenias tiempo y a mí me sobraba, igual estabas ocupado y de mi ya no te acordabas.


domingo, 19 de septiembre de 2010



“Y así fue, me rebelé contra todo hasta el sol”, “Me enfadé con el mundo, malditos complejos que siempre sacan lo peor”, “Me disfracé de uno que no era yo”, “Buscando esa firmeza llegué a un lugar negro y pensé que eso era el valor”, “Y sufrí de tal manera por dejar de ser quien era”, “los valientes son los que son de verdad ni los fuertes ni sus guerras Los valientes son los que saben llorar con la cara descubierta”

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Querido destino:

He perdonado errores casi imperdonables, he intentado sustituir personas insustituibles y olvidar otras inolvidables. He hecho cosas por impulso. Me he decepcionado con personas que nunca me había pensado decepcionar, pero también he decepcionado a otras. He dado abrazos para proteger a alguien del mundo. Me he reído cuando no podía, he hecho amigos eternos, he amado y he sido amada, pero también he sido rechazada, he sido amada y no he amado. He gritado y saltado de felicidad, he vivido de amor y he hecho juras eternas, me he caído muchas veces. He llorado escuchando alguna canción y también viendo fotos. He llamado a alguien sólo para escuchar su voz, me he enamorado de alguna sonrisa. He pensado que me iba a morir de tanto echar de menos y no lo he hecho. He tenido miedo a perder a alguien que creía conocer, lo he perdido y no me ha importado. Pero de todas formas gracias, al menos aún respiro.
Firmado, un corazón roto.

martes, 14 de septiembre de 2010

I'm yours.

Ellos, que tienen ese algo que te quita el sueño. Ellos, que te suben hasta el cielo con una palabra. Ellos, que te juran amor eterno. Ellos… que te hacen volar con un beso.

Ellos, que se olvidan de ti. Ellos, que tus lágrimas les son indiferentes. Ellos, que no les importa dónde estés. Ellos, que cambian tu corazón por el de cualquier otra, no sin antes haber destrozado el tuyo.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Hay veces, justo cuando más lo necesitas, que no hay nada. No hay nada en la tele, no hay nadie con quién poder hablar, no hay música que escuchar porque todas y cada una de las canciones te recuerdan a él, no hay nada que leer, no hay vecinos a los que espiar y no puedes ahogar tu pena y rabia en comida porque… porque no. No es sábado y no puedes irte de fiesta y bailar hasta que salga el sol; y tampoco son horas porque suele ser bien entrada la noche, cuando estamos en nuestra cama tendidos, agotados, pero sin poder dormir, cuando todos nuestros pensamientos, nuestros problemas, ínfimas cosas en las que no habíamos parado a pensar en todo el día… se agolpan en nuestra mente en un segundo. Y lo que más desearías en ese momento es poder dormir, relajarte, soñar… pero no puedes. Y ésta es una de esas veces que, justo cuando más lo necesitas, no hay nada. Te tienes a ti, y ante una mala noticia como la recibida ese día y sin nada más que te consuele o distraiga, no tienes nada más que unas palabras en tu mente, breves, pero intensas, que, al fin y al cabo, son mejor que nada.


“Vamos, lo que sea será, soy fuerte. Brillo por mi propia luz, losé. Creo en mí. No debería esperar por nada, ni por nadie. No debería esperar momentos de felicidad, debería salir ahí afuera, buscarlos, perseguirlos y atraparlos. Sí, eso haré. Aunque, en este caso, será diferente. Serás tú el que me tendrá que lograr atrapar a mí. Vamos, ven, juntos podremos alcanzar la felicidad en estado puro. Y si no, no pasa nada. Mira que no hay gente por conocer en el mundo, historias que compartir, besos que saborear, y gente dulce. Gente amable, ociosa, divertida, tímida, sin complejos, sin miedos, respetuosos. Simplemente gente. Y, entre todos ellos, una persona dulce, una persona que resaltará entre los demás, que encajará a la perfección conmigo, como si de un todo se tratase. Amor verdadero. Qué bien suena. Pero no hay prisa, no. Yo mientras seguiré volcada en mi ardua tarea: La búsqueda de la felicidad. Aunque una cosa está clara, la felicidad en estado puro no se encuentra en el mismo bar de siempre, con la misma gente de siempre y las conversaciones monótonas de a diario. La felicidad en estado puro, la realización como persona y el sentimiento de saber con toda certeza que estás saboreando la vida se encuentra en momentos irrepetibles; en un día a día intenso. La felicidad se trata de amanecer emocionado y radiante, sin saber las sorpresas que te deparará la vida esta vez, y anochecer sintiéndose pleno, pensando que la felicidad ha estado en la misma calle que tú, y que has mantenido una conversación con las sonrisas; se encuentra en planes fuera de lo común, en cosas nuevas, en sueños por realizar y en un presente dulce y lleno de nuevas experiencias. Y esto, señores, es lo único que yo perseguiré eternamente, lo único que merecerá la pena esperar y seguir. Y no me importa todo el sufrimiento que haya por el camino, ni las piedras que encontraré ni los tropezones, ni las caídas… al final, la recompensa será dulce. Ya casi puedo saborearla ”.
Es duro fracasar en algo, pero es mucho peor vivir con la certeza de no haber tenido ni siquiera el valor suficiente como para intentarlo.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Las mujeres son como manzanas en los árboles… Las mejores están en la copa del árbol.

Los hombres no quieren alcanzar las mejores, porque tienen miedo de caer y herirse.
En cambio, toman las manzanas podridas que han caído a tierra y que aunque no son tan buenas, son fáciles de alcanzar.Así que las manzanas que están en la copa del árbol, piensan para si, que algo esta mal con ellas, cuando en realidad, “Ellas son grandiosas”.Simplemente tienen que ser pacientes y esperar a que el hombre correcto llegue, aquel que sea lo suficientemente valiente para trepar hasta la cima del árbol por ellas.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Tú, que me devolviste el rosado de mis mejillas, la sonrisa incontenible y haces que mi corazón enloquezca cada vez que veo esos ojos que me miran. Y yo me pregunto, ¿en qué piensas? ¿Qué está pasando ahora por tu mente? ¿Suspiras cada vez que te miro? ¿Te mueres cada vez que me he ido?

Yo, que me pierdo cada vez que sonríes. Yo, que tengo la imperiosa, irresistible, increíble, inhumana, inexplicable necesidad de abrazarte, agarrarte la mano, decirte que desde hace tiempo te estaba esperando…Cariño, y ahora que te has ido estoy un poco perdida sin ti, estoy hecha un desastre. Y no, esto no es una carta de amor, no es una despedida.


Eh tú, que te estás alejando… no te vayas.

I was made for loving you.

-Entonces, ¿qué hacemos con los pocos días que nos quedan?

-Sólo quiero pasar cada minuto del resto de mis días contigo.

 Jamás pensé que llegaría a conocer a alguien como él, con ese don de las palabras. Cada día era capaz de sorprenderme con nuevas historias, era capaz de hacer reír hasta a la sombra más triste de aquel pueblo pero nadie jamás lo llegó a conocer como yo. Esos momentos que pasamos juntos permanecerán conmigo para siempre… Aún recuerdo esos pequeños comentarios que hacía, cuando decía que yo era lo más precioso que había visto, que le daba igual donde estar mientras pudiera estar conmigo… cuando decía eso todo mi cuerpo se estremecía; y le quitaba importancia a sus palabras, lo decía sin malicia, como si fuera lo más normal del mundo, como si fuera obvio que quererme se debía anteponer ante todo. Quererme era más importante que su propia vida. Me tenía totalmente atrapada. Él nunca me presionó, nunca me hizo preguntas incómodas, no me forzó a que le diera una respuesta. Nunca me preguntó si yo le quería. A veces llegaba a sentirme realmente mal pues él estaba dispuesto a quererme el resto de sus días, y me lo decía, no esperaba nada a cambio, él era feliz por el simple hecho de que me sentara a su lado, de que le abrazara, de verme aunque fuera un segundo, de compartir conmigo un saludo, un cruce de miradas. Siempre fui consciente de que no me lo merecía, no me merecía todo aquel amor, ni sus palabras. Por ello, el día que descubrí que, poco a poco, yo también me iba enamorando de él, sólo esperé a que el resto de mis días empezara cuanto antes, para poder pasar cada minuto de mi vida al lado de él.

sábado, 4 de septiembre de 2010

the way.

Si pudiera elegir, elegiría morir en una carcajada tuya. Escogería ser la nave espacial que me llevara a tu cama, las pilas del contabilizador de tus latidos, el chocolate que se quede en la comisura de tus labios y que tu lengua me lleve. Elegiría ser tus guantes, para coserme con tus manos y no soltarlas nunca. Escogería ser tu lengua, para no salir de tu boca en ningún momento. Elegiría ser tus legañas, para despertar en ti cada mañana, escogería ser tu piel, para no irme nunca de ti. Si pudiera elegir elegiría dormir cada noche en tu ombligo mientras a oscuras escuchamos como se inunda la ciudad, elegiría dibujar corazones por tu vientre con las yemas de mis dedos mientras tú duermes y yo te miro y siento como el amor va pellizcando mi alma. Y pudiendo elegir, elijo ser sólo contigo y ser tuyo a través de palabras en miradas y de miradas en palabras, elijo no tener sed, si tu saliva está cerca. Y hacer desaparecer mi hambre con tus caricias…

Escogería, amarte todos los segundos que me quedan.

Lo cierto es que cuando te veo como sonríes se me olvida todo.

Como ignorar algo así…